Las destilerías producen principalmente alcohol comestible a partir de materias primas amiláceas. El CO2 es el subproducto más importante generado en el proceso de fermentación del alcohol y tiene un alto valor de consumo. Se sabe que el proceso de producción de alcohol de fermentación implica la producción de alcohol a partir de almidón de cultivos de grano (trigo, maíz) mediante sacarificación y fermentación, con la producción simultánea de grandes cantidades de CO2.
Parámetros técnicos del dispositivo para la producción de dióxido de carbono:
Temperatura ambiente (máx.) 32C;
Volumen de gas bruto procesado: 600 Nm3/h;
Presión de entrada: 0,1-0,5 kPa;
Contenido de CO2 en las materias primas: más del 97%;
Tasa de recuperación: 75%;
Pureza del producto: CO2 líquido de calidad alimentaria con una pureza del 99,99% o superior; cumple la última norma nacional GB10621-2006;
Tanque de almacenamiento al vacío vertical de doble capa: 150 m3;
Capacidad: 1000 kg/h;
Fuente de alimentación: 380 V 50-60 Hz potencia total: unos 260 kW;
Consumo de agua: 8 m3/hora.